miércoles, 23 de febrero de 2011

Escribir-Hablar-Intercambiar

Asentar lo que se siente, dejar prueba de lo que acontece, atraviesa, anda sucediendo: sola, en interacción con los otros/ el otro. Herramienta que da sentido a vueltas discursivas: el modo en el cual se puede -más de una vez- disipar dudas, miedos, trabas, escollos. Escribir da sentido;  intensifica y alivia, diluye y clarifica la dualidad corazón-mente: ying-yang de cada situación. Aquello que sucede y se presenta, es, sin más. Movilizador, práctico, útil, profundo o banal.


Intercambiar desde la escritura: un modo resolutivo que se presenta en el dibujo garabateado de las vivencias; llevarlas al papel. Las letras parecen ordenar, ayudan a visualizar hasta lo desordenado, logramos ver la totalidad del desorden, el ‘escritorio mental’ con diferentes anotaciones, sinfín de prioridades y otros tantos descartes,…. alineamos lo que sentimos a través de la azarosa extensión que se nos brinda para lograr expresar sombras, luces, contradicciones. Intentar alinear la dupla ‘cuore-bocho’. A medida que uno va ordenando su propio caos (o al menos, cada vez más consciente de eso) algunas cuestiones cobran sentido.


Se escriben elecciones, situaciones, intuiciones, experiencias, anécdotas. 
Lo que necesita decirse, lo que no se puede decir.
Se escribe para no olvidar.
Se escribe para olvidar, cerrar puertas.
Se escribe para abrirse a más percepciones.
[Si no escribiera creo que también me olvidaría de detalles y personas que estuvieron en lapsos cortos de mi vida, pero que aportaron de diversas maneras -la temerosa posibilidad de que los recuerdos se conviertan en borrosas y confusas imágenes se diluye al vivenciarlos en un papel y lograr eternizar momentos-. La memoria convertida en letras. Atemporalizada].


Las Balsas
Escribir permite enlazar, otro modo de dialogar, des-cubrir, intercambiar. Con uno mismo, o con otro/s: hasta encontrar el límite donde las palabras ya no pueden jugar más. Sucede que a veces, se frena el ritmo manual porque pareciese que no hay modo que las letras puedan dar muestra certera de nuestro interior.
Hablar para compartir ideas, lo que aqueja, lo que no sucede, lo que sucede, hablar para reír, para encontrar similitudes/diferencias, controversias, para aportar y sumar, para perder el tiempo, y ganarlo en lúdica diversión discursiva. El otro te traduce, ayuda a des-andar, a caminar, a retroceder, y volver a pensar(te)… relecturas varias de narraciones infinitamente compartidas –o no-. Hablar aporta matices, prismas; esos que sólo surgen desde los diálogos de sincera apertura.

Tres generaciones.
Sucede que a veces, mientras uno habla el otro no puede estar pendiente de todo lo que se pronuncia: la mente dispuesta puede intensionar la escucha, pero hasta la mirada del que habla puede penetrarnos tanto que la distracción es posible y más, la gran tentación de poder translucirse en la mirada del otro y terminar en una orilla personal, relacionando el discurso del otro con lo que nos sucede: reflejar(se). En nuestra mente se cruzan nuestras ideas y queremos intervenir, pensamos en nuestra siguiente palabra a pronunciar, y así, ad infinitum.
Compatibles y complementarios modos de interactuar. Leyendo lo que otro escribe, la aparente concentración se hace presente, o en el peor de los casos, la opción de la reelectura surge como opción para disipar dudas.
Escribir patenta lo sentido. Eterniza lo abstracto.


Hablar lo hace carne. Se comparte desde la oralidad, y hasta la piel puede verse afectada en un diálogo en sincronía. Las posibilidades de interacción se expanden infinitas, llegan hasta donde nos atrevamos en la valoración de la comunicación sincera. Y una vez más se crean nuevos lenguajes posibles, territorios de espejamientos aún no conquistados. Dispuestos a dejarse de-velar, esperándonos que los desnudemos.




Agradezco la difusión a:
Mariano Ramos Mejía de "Orientar" (www.orientaronline.com.ar)
www.clubseis.com.ar
http://microclimas.tumblr.com

2 comentarios:

  1. Buenísimo Debb, me gustó mucho. Y ya creo que el escribir es un placer que nos puede suceder.
    Besos.

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  2. Gracias Max!
    Y sí, hay que estar atento a todos los placeres posibles de transitar.
    Abrazo!

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