lunes, 31 de enero de 2011

Un diálogo entre tantos

Alguna vez, algún diálogo entre la Intuición y la Razón.

In: (...) desde ya, a ella le interesan los seres atentos, que se dejan querer, aventureros, sin miedos; libres, sin dudas, que se dejen ser...

Ra: Pero se pone en riesgo, viste como  es ella, pone el corazón, y en estos tiempos de fobias y miedos, algunas personas ven al corazón como una entrega que pide algo a cambio...

In: Pero si no se da la oportunidad, pierde gente valiosa y ella ya no elige eso... No la hagas pensar tanto, ¿querés?

Ra: Claro, pero dudar es como una señal de alerta a veces....

In: Tus señales de alerta le inflan los ovarios, y es lo que en más de una oportunidad no la dejó ser... Acá no hay chances de equivocarse, las personas buenas/luminosas al unirse o acercarse pueden generan grandes momentos. Y si los momentos están llenos de sensibilidad, conexión, y despojados de miedos, puede surgir algo interesante o no... pero siempre la experiencia será enriquecedora.... no la molestes más, ella sabe a esta altura que le sirve y que no.

Ra: A veces le serví para preservarse, ¿o no? 

In: Sí, ¿y qué?!, dejala serrrr! Deja que haga lo que tenga ganas y que vea como quiere seguir...

Ra: Tampoco debo estar tan equivocada; ella suele pensar lo que le traigo a la mente... Anduvo pensando todo lo que te digo, ¿viste?

In: Claro, es humana y (se) escucha! Por eso, que siga así, eligiendo primero desde el corazón.

Ra: A veces a esta mujer le vendría ser más fría.

In: Vos solo servís para congelar a las personas (y más que estragos haces con aquellas personas inseguras de sí!); .... Prefiero que me siga a mí en este caso -su seguridad me amerita su confianza- y luego, que vaya viendo. Después de todo, siempre me prestó más atención a mí, y eso la pone bien, la hace sonreír, sincerarse, ... la libera. Y al dar, se es siempre más libre (siempre!). Retraerse la hace prisionera de lo que calla.

Ra: Claro, para vos es fácil, ella se expone y vos estás hablando cómodamente desde acá....

In: No sé si es fácil, es más humano, y vale la dicha.

Ra: Entonces, ¿Qué es lo que vos le propones?

In: No lo sé. Que se deje llevar por lo que intuye. Me interesa que sabe muy bien lo que quiere, y de qué tipo de gente le interesa estar rodeada, y con eso es más que suficiente.

Ra: A veces hay que saber decir que no...

In: Por supuesto; y ella lo sabe, pero este no es el caso. Conectarse o volver a conectarse con gente que vive libre como ella: eso es un acierto sea como sea.

Ra: ¿Y si se equivoca exponiéndose?

In: Dicen que hasta de los errores se aprende, siempre.

Ra: ¿Siempre tenés una respuesta para todo?

In: No. Por eso es más divertido. Viva la sorpresa.





sábado, 29 de enero de 2011

Ego [1]

'El ego se nutre del tiempo. Mientras más fuerte el ego, mayor es el tiempo que controla nuestra vida. Casi todos nuestros pensamientos se refieren al pasado o al futuro y el sentido de lo que somos depende del pasado, donde encuentra una identidad, o del futuro donde busca su realización'.



" (...) Mirando las golondrinas en el cielo,
no se ven otras golondrinas al alcance de la mano;
es cuando la estupidez gana por afano,
a la suerte que nunca llega si la estamos esperando.
¿Cómo? ,¿Cuándo? y ¿por qué?
son demasiadas preguntas para hacerle al destino;
a veces estamos finos y otras veces nada que ver,
pues hay que caminar antes de empezar a correr.
La culpa es un invento muy poco generoso,
y el tiempo tremendo invento sabandija;
será que será suficiente con que uno elija,
porque si no la buena fortuna pasa de largo (...)".

('Las oportunidades', Calamaro, El regreso)



viernes, 21 de enero de 2011

La magia de la creación

Te hicieron los magos
con el alma de las estrellas.
Y yo 
como ingrediente crucial.
Y yo,
una autopista a tu grandeza.
Sos de su raza
y tenes mis ojos.
Tu pequeña mano
es emoción pura.
Tu sonrisa instantánea
me aleja el olvido.
Tu voz
trae a los ángeles,
y tu abracito es
mi inocente escondite.


  

jueves, 13 de enero de 2011

Atemporal

"A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo". Fontaine.


Si estamos atentos, dispuestos a animarnos, expuestos a adaptarnos, el tiempo sabe ubicarnos, re-amoldarnos, nos invita a ser versátiles, lograr aceptar lo que viene dado, aún cuando no siempre sea lo que se desea de primera mano.
La aceptación no tiene porqué ser resignación, sino saber 'ver' que cada acontecer, aunque ‘no nos malcríe’, tendrá la riqueza del aprendizaje y la amplitud de consciencia que viene aparejado inevitablemente con cada paso que se da en la brillante elección y experiencia de darse a conocer, y conocer a otro/s.
A primera vista y a veces, a fuerza de dolor, resulta difícil comprenderlo… pero hasta la astucia de sanar podemos atribuirle al Sr. Tiempo.
Muelle (Agosto, 2010)
Cada camino que transitamos esta precedido por una decisión -consciente o inconsciente-, alineada con la necesidad de aprendizaje del momento que nos encuentra presentes.
El tiempo (esa construcción mental) es sabio, nos conduce por espejismos que pueden resultarnos útiles si estamos atentos a utilizarlos, tomarlos y adueñarnoslos.
El tiempo es generoso: nos posibilita amoldarlo, tomarlo como lo deseemos: relajados, ansiosos, expectantes, con ternura, con placer, con lentitud, como  vorágine, con amor, con sabiduría…. Cada uno elige que importancia le da a los instantes/'presentes' llamados ‘tiempo’, y a lo que en él decidamos experimentar.
El tiempo cura heridas, reconstruye lazos, crea otros nuevos. Básicamente,  pareciese que nos presenta situaciones en los momentos precisos; cuando el universo lo alerta que estamos preparados para atravesarlos.
Administrar y hacer uso de las energías que se nos presentan a diario es utilizar el tiempo y alinearlo con nuestro bienestar.
Acercarnos a quienes nos tienen en cuenta, invertirlo en potenciar nuestra creatividad -buscando recursos de vivencia/super-vivencia más plenos-, unirnos a quienes apreciamos/amamos y se dejan amar, ayudar, escuchar, compartir con quien está dispuesto a dar y recibir, disfrutar con aquellos despojados de prejuicios; aquellos que consideran que el tiempo es enriquecedor por sí mismo -cuando se lo atraviesa consciente del aporte que devuelven las vivencias compartidas-.
El tiempo alinea, re-ubica, sana, recrea, muestra lo que sirve, lo inútil; nos  ayuda a percibir lo que trascenderá, y lo que perecerá. 
Si le damos tiempo a nuestro tiempo, sin pedirle nada a cambio, fluye, libre. Nos libera, regalándonos la posibilidad de intuir nuestra tan preciada atemporalidad. 
Bienestar (Enero, 2011)


jueves, 6 de enero de 2011

Mil cosas

"El lenguaje es otra piel: yo froto mi lenguaje contra el otro" 


(Roland Barthes)
Algunas situaciones de pasibidad obligada tienen sus pro/contras: me llevan a lograr aquello que pretendo se internalice cada vez más de manera natural en mi vida: equilibrio y armonía de opuestos: mi hiper-acción, y la tranquilidad de la consciencia de sí, la auto-conexión; para encontrar(me), para poder entrar y salir de escena, sin necesidad de salir de mí. Eso de la dualidad que tanto valoro y me deja plena.
Lobos (Diciembre, 2010)
Esos frenos obligados que a veces surgen, me provocan asfixia, sensación de encierro: como quien tiene el impulso para saltar y le ponen techo. Entonces, me propongo utilizar ese tiempo; capitalizarlo. Calmar mis aguas para que bajen cada vez más claras.
Abro todas las ventanas de la casa, camino descalza por el pasto, y largo lo que siento/pienso.
(¿Es a veces lo mismo?....A esa sincronicidad se llega cuando estamos alineados): el reposo me permite escribir, y leer más de la cuenta…. ¿Será eso evaluable/posible?... ¿Qué es ‘más de la cuenta’?, ¿o se escribe y se lee todo lo que se desea/necesita/acontece?... Supongo que a cada cual lo encuentran las hojas y autores que le corresponden (vacías, blancas, o repletas de letras…)
[¿Se me leerá tan caótica como me siento? No me disgusta sentirme así. Muy ordenada en mi desorden. ¿Se me leerá clara? Simple curiosidad].
La sensación de andar siempre con mil cosas en la cabeza, aún nombrando solo una.
Caos, y torbellino: algo de eso hay en mí. Me reconozco múltiple, contradictoria, sumatoria de partes.
Y de vuelta, la dualidad/multiplicidad/contradicción: torbellino de ideas (des)encontradas, y a la vez, está eso que sucede en el instante mismo que comienzo a escribir con un fin: se ordenan las ideas, las sensaciones, me perpetuo y (me) presencio en una idea que deseo transmitir, la intento ordenar, y comunicar lo más clara posible: me tomo el tiempo necesario para encontrar esa palabra que logre comunicar lo que realmente hay adentro: Y me re-pregunto, …¿será posible que las palabras sean fiel reflejo de nuestra interioridad?... No lo creo. O por lo menos, un medio válido, pero tan limitado por momentos.
Las palabras definitivamente aproximan, pero mucho dependerá de la apertura de quien escribe y de quien está dispuesto a leer/escuchar.
Jodorovsky en Argentina (Apuntes, Noviembre, 2010)

Y la risa como gran socia del cuerpo, aproxima por definición: la espontaneidad que se enaltece desde una sonrisa, relaja los músculos y deja fluir luz por los poros.
Y luego, solo queda el cuerpo, como campo comunicacional: siento que por lejos, el más excelso y real.
Autofoco (Octubre, 2009)
La comunicación corporal me resulta, por lejos, la mejor vía de la comunicación: gestos, miradas, y complicidades, hacen que tantas palabras solo sean útiles cuando no hay otro recurso posible a la mano.
Pero sin menospreciar el lenguaje oral, sigo. Sirven las palabras, claro está, …. Pero cuando comienza el regodeo comunicacional, …un embole.
Más vale comenzar a hablar(se) desde otros lenguajes posibles, a reírse desde la complicidad de la gestualidad. De la comunicación extrasensorial.Y entre tanta reflexión que comparto desde este lugar, imposible disimular la importancia que le doy a los cuerpos entre (dos) personas que, azarosamente o no, se encuentran: amo el azar; el azar como el suceder de los acontecimientos ‘planeados’ para nuestra evolución, pero de los cuales no tenemos ni idea: la diversión de lo oculto, del vértigo de no saber lo que viene. La diversión y sabiduría de aquello que sorprende.
A veces intuyo que tantas palabras también alejan: como si nos ubicaran en un lugar de im-postura, pose, [cerca] que aleja.
Lo que también sí pre-siento, es que algunas compañías resultan tan agradables que las palabras y las mil cosas que nos rodean no son tan necesarias. Se entra en un espacio más sutil, atemporal. Solo quedan los cuerpos y las vibraciones.
¿Será que con tantas palabras quiero decir sólo eso?... ¿la simplicidad del gusto por la compañía ajena, elegida desde el (des)conocimiento, desapegada, respetada, y disfrutada?... Puede ser.  Pero igual: intuyo que entrar en sincronía es mucho más que eso, y a la vez, no encuentro el modo ni las palabras que puedan reproducir la sensación que se manifiesta clara y precisa.
Tantra Yoga Blanco (Diciembre 2010)
Será que la piel habla cuando alguien está dentro de cierta frecuencia similar.
Complicado mientras escribo no sentirme expuesta: no importa; es el riesgo que decido correr: las fobias y la vorágine de la locura de esta ciudad todavía no han logrado matar mi lúdica espontaneidad, y espero que nunca suceda. Por eso me abro, digo y muestro escrituras caóticas, como ésta, con mil componentes que me constituyen.
No pierdo tiempo en lo que esta bien-mal, los ismos, las generalidades y demases.
Por lo pronto gano tiempo con el interés en elevarme/conectarme: no temo decirle al otro lo que me provoca.
Juego, fluyo, me abro y conecto. Y eso ES disfrutable.
Libre.
Liberador.
Elegible.
Tanta vanalidad por tantos lares, -sin ánimos de subestimar a nadie-, que resulta complicado conectarse con alguien (‘otros alguienes’). Y cuando ‘alguien’ aparece, y uno se siente cómodo, imposible el disimulo.
Otras veces, creo que los disimulos pueden ser posibles de algún modo: ¿cuándo? con la sensación de creer que las confesiones pueden causarle al otro la necesidad de alejarse. Y al pensar así, me digo: ok, una locura más en la cual estamos inmersos solo por pensar de más.
Lo luminoso de lo simple: La transparencia del lenguaje de los cuerpos.
Match Point, Woody Allen, 2005
Busco las palabras que puedan describirlo. Arrugo papeles en mi cabeza, los rompo a pedazos, lleno el tacho de ellos, y no encuentro palabras. A veces no son tan importantes después de todo. Al final, los hechos son los que movilizan, perturban, provocan [o no] escalofríos o emoción, remueve lo salvaje, acerca a lo primitivo.
Y la imaginación desborda, hambrienta, porque de nuevo, le doy importancia al contacto, intercambio. Elijo y  tampoco creo poder evitar (entonces…¿Lo elijo?)… Sea como sea, sigo apostando, a sentirme bien con quien entro en sintonía, espejado;  a la suma de las partes.
(Si hablo de comunidad, sentir elevarme con muchos ‘alguienes’).
Si hablo de cuerpos, volar con ‘un alguien’.
¿Sexo?..en todas sus expresiones: a veces toma forma de maneras poco imaginadas, pero decanta en formas múltiples de lo mismo: perder por momento sentido de la realidad, inmersa en el placer de lo brutal e inconmensurable, ojos inyectados de sangre, desborde, comunión, besos, fluidos, como diría Bataille: 'pulsión de vida y de muerte', vuelos de cuerpos, pérdida del sentido para después de todo encontrar el sentido más sutil y real.
Genial, brillante, escapa mi comprensión, y no me importa. 'Al fin y al cabo', no todo tiene que tener alguna explicación.
Punctus, after de swim (Sally Mann)
Simpleza y sabiduría del disfrute del 'ahora' compartidos (sin culpas, con los pies en la tierra, en el presente, sin prejuicios, y volátil hasta donde me lleven).
Cada vez que conecto, no reniego con lo que me pasa. Lo veo, lo ilumino, lo miro de cerquita, lo tomo con las dos manos e intento potenciarlo: puedo hacerlo????.. a veces sí, a veces no. Pero lo intento. Será cuestión de indagar acerca del otro sólo hasta donde el otro nos deje indagar.
Me dejo atravesar por lo que acontece, pero no puedo (no quiero) evadirme de los deseos, estímulos, ambiciones, ocurrencias, creaciones…en el fondo, no quiero. Qué afortunada… y todos conviven en cálida armonía, y me constituyen quien soy. Además del disfrute del instante, poder proyectarlo en otros instantes posibles, potenciales, potencia-bles.
Ocurrencias que me surgen de estímulos externos e internos, busco y encuentro, o sin buscar, se me presentan: como si el azar supiera exactamente lo que uno necesita para ponerlo frente a nosotros y dejarnos-lo manotear.
Cuando una persona agrada y moviliza, eso ya es motivo para brindar.
Si alguien suma, bienvenido a mi mundo.
Conectar con ideas, con creaciones mentales, con deseos. Cuando esto sucede, quiero –como si pudiera ser caprichosamente dueña de las acciones que me acontecen- que los seres ‘valiosos' permanezan en mi vida, sea como tenga que; del modo que sea –se suma desde varios frentes/'puentes'-. Y finalmente entiendo, casi intuitivamente, que del modo que permanezcan, será el mejor modo posible.
En fin, a veces tantas palabras pueden decir poco y aburrir.  Y lo sé.
O no. Y todo lo contrario.  Y también lo sé.
Mil manojo de sensaciones.
Mil cosas.


(Reloaded del original, Agosto 2010).



Otra piel, Cerati (Ahí vamos, 2006)