Hace mucho, muchísimo -desde que tengo consciencia, desde que comencé a mirar la vida con mis propios ojos, intentando reflexionar cuándo comienza mi mirada o el enfoque de otros- comenzó a resultar normal, perceptiblemente normal, todo aquello que desde el vamos intuimos que ES; siempre FUE; ha SIDO.
Necesidad y curiosidad que entusiasma y ahoga.
Develar 'lo que es'.
No quedarse en la superficie.
Validar el llano desde su autenticidad.
El velo de la ignorancia propia va cayendo, muy pero muy despacio, se desliza seductoramente y siempre me invita a querer ver más; elegir.
Necesidad y curiosidad que entusiasma y ahoga.
Develar 'lo que es'.
No quedarse en la superficie.
Validar el llano desde su autenticidad.
El velo de la ignorancia propia va cayendo, muy pero muy despacio, se desliza seductoramente y siempre me invita a querer ver más; elegir.
Elegir VER.
(Elegir la ‘píldora roja’. NO la otra).
Big Fish, Tim Burton, 2003 |
Tiempos que transcurrieron donde todo se daba por sentado, se aceptaba masticado, como venía, donde las circunstancias nos moldeaban, nos hacían, nos constituían.
Elegir parecía ser una opción de/para pocos: aquellos con altos recursos de todo tipo (informativos, económicos, espirituales, expansivos. Todavía no acierto si eso es real. Por lo pronto, intento compartir mis experiencias y enriquecerme con las ajenas. Pensar que sólo algunos tienen la posibilidad de ‘jugar libremente su juego’ sería egoísta, coartivo: amo el pensamiento y la introspección; y a partir de allí, construir una realidad más generosa).
Me precede una generación que -al menos en mi caso- sobre-estimó el esfuerzo ‘sufriente’ como bandera de todo logro posible y valedero.
Hoy me encuentro en otro camino: más aireado, más libre; donde el esfuerzo tiene sabor a delicia; como el sudor salado se saborea al caer en nuestros labios después de una suntuosa actividad física. (A veces cansa, pero no nos vence).
La constancia y la continuidad tiene a veces el mismo gusto a eternidad que la intensidad de algunos instantes.
La constancia y la continuidad tiene a veces el mismo gusto a eternidad que la intensidad de algunos instantes.
¿Acaso todo lo que me enfoca, todo aquello que me vuelve a mi eje es amable y cómodo?... No, claro que no. Pasé demasiado tiempo ubicada en otro/s paradigma/s, y en un principio cualquier cambio puede resultar molesto, ajeno: nos revelamos frente a lo evidente, nos sentimos avasallados, invadidos frente un discurso que trastoca nuestra actual y tibia comodidad.
Elegir nos desafía a abrir los ojos, el corazón, el alma -ánima-.
Ser valientes, jugar nuestro juego [y no el que nos viene dado por añadidura.]
Ser valientes, jugar nuestro juego [y no el que nos viene dado por añadidura.]
Lo que nos hace ruido no siempre es confortable: es un nuevo aprendizaje.
Aprender a desaprehender. (Volver al aprendizaje intuitivo, primal).
Despojarse de la mayor cantidad de modelos/moldes posibles, volver al útero de la ‘aparente’ ignorancia, retomar nuestra capacidad de 'asombro' perdida, re-conectar con nuestro niña/o interior.
Hacer foco en nuestros anhelos más básicos y genuinos, sin artilugios ni estrategias, y animarnos a escucharlos des-prejuiciados.
Hacer foco en nuestros anhelos más básicos y genuinos, sin artilugios ni estrategias, y animarnos a escucharlos des-prejuiciados.
Y que todo se alinee y encarrile del modo más amoroso posible para salir más aireados. Llenos de oxígeno, respirar profunda e intensamente la vida.
Aire, mucho más aire.
Aire, mucho más aire.
Intuir, reflexionar, sentir, pensar, accionar, expandir, y asumir los deseos más profundos. Volver a nuestro ser, a nuestra esencia, alinearnos hacia lo natural.
A lo que somos y nunca dejamos de ser.
Parte del todo. Ese todo que nos invita a ser creativos, multiplicarnos en todas nuestras facetas, y por ende, hacernos cargo de la responsabilidad de nuestra [la] existencia toda.
A lo que somos y nunca dejamos de ser.
Parte del todo. Ese todo que nos invita a ser creativos, multiplicarnos en todas nuestras facetas, y por ende, hacernos cargo de la responsabilidad de nuestra [la] existencia toda.
Las elecciones ahora son las que nos con-forman, sean las que sean: (no soy yo y mis circunstancias), más bien yo soy CON-“JUGANDO” las circunstancias, o más aún [CO]CREANDO las circunstancias.
Suena estimulante, bello, arengador, menos predestinado, condicionado.
El destino ‘a secas’ entonces ya no tiene cara de malvado, tramposo, no nos hace concesiones; no nos propone transacciones.
Es cómplice en la creación de vivencias, se amalgama con nuestra existencia, y somos nosotros quienes tomamos las riendas de lo que nos acontece y prevalece.
Es cómplice en la creación de vivencias, se amalgama con nuestra existencia, y somos nosotros quienes tomamos las riendas de lo que nos acontece y prevalece.
Habrá cuestiones en las cuales no podré –al menos y sólo aparentemente- tener ingerencia…
¿Acaso vale la pena poner énfasis en eso, o girar la mirada justamente en aquellas cosas que sí puedo accionar de manera consciente? Pre-siento que allí se logra aportar; sumar. Accionar, crear y elegir desde nuestro espacio-dimensión.
¿Acaso vale la pena poner énfasis en eso, o girar la mirada justamente en aquellas cosas que sí puedo accionar de manera consciente? Pre-siento que allí se logra aportar; sumar. Accionar, crear y elegir desde nuestro espacio-dimensión.
El desafío se vuelve atractivo justamente ahí: en el lugar mismo donde las opciones son las co-creadas con la realidad que me antecedió y la realidad que hoy transito.
Aire: construcción consciente de mi infinita y múltiple realidad a cada paso elegida.